Carmen Menéndez Zambrano

Después  de dos décadas sin verse, Julio César Chávez y su padre Julio Elías  pudieron reencontrase, gracias al trabajo liderado por el Consejo Cantonal de Protección de Derechos, Junta Cantonal y La Marea, lo que ellos consideran como el mejor regalo de Navidad. Julio tenía apenas cuatro años de edad cuando vio por última vez a su padre. Después de 20  años de búsqueda, él no había perdido las esperanzas de encontrarlo. Julio recordó cómo su madre lo llevó un día hasta Guayaquil alejándolo de su padre, por causas que hasta ahora desconoce. Recuerda que siempre le pedía a su madre que quería conocer a su progenitor pero ella siempre se negó. Después de su muerte hace más de un año y con los pocos datos que tenía de su padre inició su búsqueda recorriendo varias ciudades del país realizando malabares en los semáforos. La intervención del Consejo Cantonal de Protección de Derechos y Junta Cantonal de Manta, permitió que su historia pudiera ser difundida.  “La noticia de la búsqued

Julio Cesar Chávez, joven de 24 años de edad, ejerce actividades de malabares en varias ciudades del Ecuador, con la esperanza de encontrar a su padre a quien no ve desde hace 20 años. A los 4 años, Julio, su madre y hermanos viajaron hasta la ciudad de Guayaquil para radicarse en esta ciudad. Desde ese entonces perdió el contacto con su progenitor. Actualmente Julio está casado y con tres hijos y cuenta que inició su búsqueda hace varios meses luego de fallecer su madre, con la ilusión de encontrar a su padre Julio Elías Chávez Miranda, quien por referencias de su madre reside en jipijapa y tiene familiares en Vinces y en Manta. Julio, manifiesta que al morir su madre tuvo que vender lo poco que tenían para costear los gastos funerarios. Aunque indica que lo material se reconstruye pero el dolor de perder a un ser amado es irreparable. El sentirse huérfano es un sentimiento que oprime el pecho y desgarra el alma. Necesita saber si su padre continua entre nosotros, por ello, si