Carmen Menéndez Zambrano

A pocas horas de culminar el año, un movimiento inusual se observa en las calles, el corre corre de las compras para la cena y para poder realizar las cábalas de fin de año. En  nuestras mentes una evaluación interna de lo que hemos hecho. En mi caso satisfacción por una hermosa familia con la hemos compartido innumerables momentos maravillosos, paseos por increíbles paisajes ecuatorianos. Por los instantes compartidos con mi padre, hermanos, tías, primas y amigos, por todo lo  hermoso de la vida y es que elijo valorar solo lo positivo, si hubieron cosas negativas las borrare de mi mente ya me aportaron una que otra lección, pero más allá de eso solo le pido a Dios Salud, bienestar y unión familiar que es lo que me conforta y alienta a seguir adelante disfrutando de ver crecer a mis hijos, de sus triunfos y ocurrencias. Gracias a todos y todas con los que he compartido durante el año, éxitos en todo lo que emprendan, decisión y muchas ganas para salir adelante luchan

Llego diciembre y con ello la navidad, las luces, los regalos y el corre corre por tenerlo listo todo para esa gran noche y es cierto la fecha que debería tener una connotación más profunda y arraigada hacia la fe se ha vuelto una fecha netamente comercial. Los juguetes, la ropa, pareciera ser lo más importante, pero no lo es. Navidad es revivir en nuestras mentes y en nuestros corazones  el nacimiento de Jesús, es tiempo de solidaridad, de compartir entre familia y amigos, de dar a quienes menos tienen y ese dar no solo puede ser material, sino también espiritual. Es mirar a nuestro alrededor lo que comúnmente no vemos, es saludar a nuestros vecinos, visitar a los enfermos, es reconciliarnos con quienes nos han ofendido, participar de la novena de navidad, es compartir con nuestros hijos y seres queridos un gran abrazo que simbolice la unidad familiar. Navidad es tiempo de evaluaciones, de lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer durante el año. De plantearnos nuevas meta